Buenas amig@s,
Regreso tras un verano muy ajetreado y cargado de actividades en Burbia organizadas por la Asociación Cultural Acebo.
Tras la charla en torno a la temática del "Castaño" que abrió una temporada de eventos planeados por la Asociación, comenzamos un verano de lo más variopinto y cultural en Burbia.
En primer lugar la esperada exposición "Imágenes de la memoria burbiana" con una muy buena acogida desde el día de su apertura. Ese primer día 26 de julio, muchos fueron los vecinos del pueblo e incluso de algunos pueblos cercanos los que se acercaron, para poder disfrutar in situ de las fotografías del pueblo, sus gentes, sus tradiciones, etc. Los siguientes fines de semana la exposición permaneció abierta sábados y domingos desde las 18.00 h. para poder verla con más calma que el primer día, y de paso aportar sus ideas para una próxima edición.
Las conclusiones de esta actividad sin duda fueron muy positivas tanto para la gente del pueblo como para los organizadores, que han decidido seguir ampliando su base de datos fotográfica para hacer una segunda edición. Muchas de las personas que se acercaron en estos días se han animado a donar algunas de sus fotografías para el año que viene, así que esperamos que dentro de un año podamos disfrutar de una actividad tan bonita y con tan buena acogida como la de este año.
La otra de las actividades programadas por la Asociación Cultural Acebo fue, además una de las más esperadas, la celebración de un "Entroido de verano" con Maranfallos, comida popular y música.
Sin lugar a dudas, una tarde de lo más ajetreada y divertida la del día 8 de Agosto de 2015, que comenzó a eso de las 18.00 h con el tradicional "llamamiento" a la salida de los temidos "maranfallos".
Ese llamamiento se hace desde la colina cercana al pueblo llamada "A Lagúa"; desde dónde algunos de los moz@s que no estaban disfrazados corearon al unísono ese cántico tradicional que alerta de que es día de entroido: "Maranfallín, maranfallín, cara de gatín"...
A partir de ahí, ya prácticamente fue imposible bajar de allí sin toparse con alguno de los temidos perseguidores o uno de los varios "Bois" que este año plagaron las calles burbianas. Desde esa hora hasta la caída del sol, tod@s, y digo tod@s sin excepción corrieron la misma suerte en el caso de no estar disfrazados, tuvieron que correr, gritar y ensuciarse como el que más.
Un carnaval veraniego que reavivó la memoria de muchos de los participantes que habían venido de vacaciones desde Barcelona, Madrid, Navarra, Valencia o cualquier otro de los lugares a los que tuvieron que emigrar cuando eran jóvenes. Ahora, les venían a su cabeza entoidos y maranfallos de cuando eran pequeños y todavía vivían en Burbia, pues, al realizarse este festejo en pleno invierno, muchos de ellos no habían podido volver a vivirlos.
Igualmente, muchas de las personas (hijos, vecinos, allegados, amigos o simplemente interesados y turistas que se acercaron) no habían visto nunca esta tradición tan aferrada a la memoria colectiva, y pudieron implicarse y disfrutar de este festejo con todas sus consecuencias. Gentes que no se habían disfrazado nunca, lo hicieron, lo cual hizo que el momento final en el comienzan a destaparse las caras fuese de lo más emotivo y divertido a su vez... ¡Sorpresas entre los difrazados! pues había tantos maranfallos que incluso para los más "maranfalleadores" y asiduos de esta fiesta fue difícil identificarlos a todos con las máscaras puestas.
Igualmente, muchas de las personas (hijos, vecinos, allegados, amigos o simplemente interesados y turistas que se acercaron) no habían visto nunca esta tradición tan aferrada a la memoria colectiva, y pudieron implicarse y disfrutar de este festejo con todas sus consecuencias. Gentes que no se habían disfrazado nunca, lo hicieron, lo cual hizo que el momento final en el comienzan a destaparse las caras fuese de lo más emotivo y divertido a su vez... ¡Sorpresas entre los difrazados! pues había tantos maranfallos que incluso para los más "maranfalleadores" y asiduos de esta fiesta fue difícil identificarlos a todos con las máscaras puestas.
Tras las carreras, los gritos y los embadurnamientos de harina, unto rancio, etc... llegó el pasacalles amenizado por un gaiteiro, un tamborilero y un acordeonista que acompañaron también durante la noche. Finalizado el pasacalles, casi todo el pueblo se reunió en la plaza para comer un pincho y tomar el tradicional ponche de carnaval. Así se produjo un momento de reunión y bailes que duró hasta la media noche.
Como conclusión, un evento de los más gracioso, en el disfrute estuvo asegurado tanto para los disfrazados como para los corredores, y al igual que la exposición prácticamente todas las personas asistentes afirmaron que les gustaría volver a repetirlo para el año que viene. Así que, queda pendiente también una segunda edición del Entroido de Verano para el próximo año, sin olvidarnos por supuesto del tradicional entroido del invierno.
En definitiva, dos actividades que animan tanto a la Asociación Acebo Burbia, como a los vecinos del pueblo y sus amigos a seguir organizando eventos divulgativos del patrimonio cultural tan importante y valorado por tod@s l@s Burbian@s.
Buen trabajo, gracias por hacer revivir recuerdos de la infancia
ResponderEliminarGracias!!! :)
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