(espero que nadie se sienta ofendido con el cuento que he elegido, jeje).
"Danzas en Veiga de Olmo"
"Contos e lendas do Bierzo. Cuentos y leyendas del Bierzo" de Aquilino Poncelas Abella.
2004. Instituto de Estudios Bercianos. Págs. :309-310.
"En un lugar conocido como las Charcas, límite entre los montes de Campo del Agua y Porcarizas, se levantaba, ni cien años ha, una pequeña pero hermosa ermita. A orillas de un riachuelo de aguas cristalinas y cantarinas, campos de hierba perlada y exuberante vegetación, el paraje no podía resultar más bucólico y apropiado para recogimiento de devotos o para fiestas y romerías de estío.
Hoy, de esta construcción religiosa, no quedan sino los cimientos y restos de paredes derruidas y que durante los últimos tiempos sirvieron de cuadra y cubil al ganado que libremente pasta por los montes.
Se habla que la datación de esta hermita al igual que la de una alzada de Porcarizas próxima a ella corresponde a tiempos de Alfonso IX, hijo de Fernando II y Doña Urraca, reina ésta relacionada con los también desaparecidos monasterios de San Cosme y San Damián, a los que la capilla bien pudiera haber estado adscrita... ...
...No hace tanto, en este hogar de culto se celebraba durante el mes de agosto una de las más concurridas y conocidas romerías de la zona. Allí se reunían tanto vecinos de la Somoza como foráneos, pues era Santa de gran devoción, que además de participar en los oficios religiosos lo hacían en grandes competiciones de carácter popular que para tal fin se organizaban.
Sin embargo eran las danzas la pugna que mayor interés y rivalidad generaba entre el público y participantes, quienes, en grupos de ocho y ataviados con vistosos ropajes, al tiempo de volar más que desplazarse por el suelo, hacían sonar con ritmo acompasado unos palillos. Los vencedores tenían el honor de realizar la ofrenda al año siguiente, además del privilegio de burlarse de los derrotados mediante una original broma.
Durante uno de los juegos resultaron vencedores los teixaregos frente a los porcaricegos, que, en las anteriores fiestas y tras la victoria sobre los camposos, les echaron un gallo, forma de llamarles a los otros gallinas. Pero aquel año, en el que los porcaricegos contaban con unos de los mejores danzantes, fueron derrotados por los teixaregos. Y no bien había terminado la competición, se adelantó el capitán y, tras pedir silencio, dijo:
Gracias a la Virgen y alabadaQue salimos con victoria,Quien vino con la cebada,Que la vuelva y que la roya.Después, los danzantes victoriosos, empezaron a cantar "rum, rum, rum", imitación de rumiar de los asnos, como respuesta a la cebada que los otros tenían preparada para tratarlos de burros."
-"Contos e lendas do Bierzo. Cuentos y leyendas del Bierzo" de Aquilino Poncelas Abella. 2004. Instituto de Estudios Bercianos. Págs. :309-310.
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