Cambiando de nombre pero no de objetivo. Antes Carqueixa Burbiana y ahora Geografía Burbiana.

jueves, 2 de mayo de 2013

Burbia: apuntes geográficos...

El pueblo de Burbia está situado al noroeste de la provincia de León, en la comarca del Bierzo e incluida en el municipio de Vega de Espinareda.



Su población actual es según el INE, a fecha de 2009, de 72 habitantes, repartidos de la siguiente manera, 40 varones y 32 mujeres. Bien es cierto que debemos tener en cuenta la población itinerante que pasa sus fines de semana y vacaciones en la villa, y algunas personas que no están empadronadas directamente en el pueblo. Durante la época estival y festiva la población se triplica, sobre todo en sus fiestas dedicadas a Santa Ana y Santiago (26 de julio).

Situado en un valle glaciar en artesa, perfectamente definido, sus suelos son pizarrosos, y pobres para la agricultura, pero la explotación forestal, sin embargo, podría tener grandes resultados, dada la magnitud de sus increíbles masas boscosas, repletas de robles (Quercus Robur), castaños (Castanea Sativa), acebos (Ilex aquifolium), abedules (Betula pendula), avellanos (Corylus máxima), etc. así como arbustos cargados de arándanos, y otros frutos estacionales que atraen a los animales más golosos.

De gran importancia son sus bosques de acebos en la laderas medias de las montañas situadas al noroeste del pueblo, y sus majestuosos castaños, que rodean el pueblo. Biogeográficamente se emplaza entre la región eurosiberiana y la mediterránea, con claras tendencias montañosas, siendo por tanto contacto entre las provincias biogeográficas Cantabroatlántica, , Orocantábrica y Carpetano-Ibérico-Leonesa. Con altitudes máximas de 1989 m del Cuiña o los 1927 m. del Mustallar. En general su clima tiene matices mediterráneos, ya que sus veranos son suaves (cálidos) en los meses de junio, julio y agosto (donde se alcanzan las máximas de temperatura_28-30ºC), y como meses más fríos enero (no hay una media diaria de temperatura negativa ningún día al año, aunque sí se alcanzan temperaturas de este tipo en las noches de invierno), pero muy regulados ya que está rodeada de montañas, que evitan que las heladas sean muy marcadas y que regulan la llegada de masas húmedas debido al efecto Fohen de los vientos que soplan principalmente desde el oeste y el norte.

Posee una regularidad estacional de precipitaciones, desde el otoño a la primavera, donde en invierno, las nevadas son muy comunes, lo que ayuda a que el máximo del caudal en su río se alcance en primavera, tras el deshielo, aunque se alarga hasta finales de mayo. Su fauna se extiende desde pequeñas especies autóctonas, hasta la conservación de urogallos, zorros, lobos, jabalíes, cabras montesas, corzos, ciervos, e incluso osos, que permiten la declaración de la zona como Reserva Nacional de Caza y la posibilidad de la pesca en su río.



Sus construcciones son bajas, de dos plantas como máximo, principalmente de piedra y losa. En toda la zona podemos encontrar muestras de molinos a lo largo del río, una Iglesia dedicada y una ermita que merece la pena visitar así como los resquicios de algunas pallozas (aunque no hay ninguna como tal en el pueblo, si se puede ver como la estructura de algunas casas deriva de las mismas-podemos encontrar pallozas en el pueblo cercano de Campo del Agua), hornos, balcones de madera, y algún teito de paja, así como muestras preromanas en sus alrededores como el puente que encontramos a la salida hacia Aira da Pedra.
También es importante mencionar cómo la nomenclatura de algunas zonas de la villa recuerdan otra época, y que tal vez evocan una era cargada de magia medieval, que basa sus ancestros en los antiguos Celtas y Astures que poblaron estas zonas. Muestra de ello es el nombre de un montículo llamado "Castro", u otro llamado "Lagúa" (se cree que viene de la diosa celta del fuego "Lug"), donde todavía se realizan fiestas "paganas" como las "Fachizas". Sus carnavales también mencionados en otro artículo publicado en este mismo blog, también poseen gran significado ("aranfallos").

La agricultura y ganadería que se practica es de subsistencia, y el principal foco de desarrollo es el turismo, con sus bares, camping, etc. Como en todos los lugares podemos encontrar algunos atentados contra la imagen física del urbanismo rural, pero todo ello está regulado desde el año 2007, gracias a las Normas Urbanísticas Municipales de Vega de Espinareda. La declaración de la zona como zona de reserva Natural gracias a su inmejorable conservación en el año 2005, no quedaría ahí, ya que el 25/10/06 pasaría a formar parte de la Reserva de la Biosfera de los Ancares, declarada por la UNESCO.

En definitiva un paraje incomparable, donde paisaje, tradición y conservación se integran para conformar uno de los lugares más bellos de nuestro país, además la calidez de sus gentes, ayudan a que cualquier visitante se sienta bien entre sus majestuosas montañas.

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